lunes, 19 de diciembre de 2016

Bú.

Necesito caminar.
Y hacerlo sola.
Desprenderme del mundo que a veces tanto me controla.
Necesito mirarme y entenderme.
Ser mi mejor amiga.
Conocerme.
Necesito expresarme,
abrirme
y arreglarme.
Hoy me quiero mía
para curarme.
Estoy harta de romperme y encerrarme.

Mi voz suena a cristales rotos
y cada vez que grito
alguien sale herido.
Así que lo hago hacia dentro,
para no dejar constancia de un crimen más que del mío.

Estoy encerrada en esta jaula sin rendijas
y no hay puerta con posibilidades de salida.
Me comen los gusanos que alimento, como si estuviera sentada en un banco viendo pasar el tiempo
esperando no esperar.
Nada.
De nadie.

Siempre las mismas preguntas
siempre las mismas respuestas.
Una
y otra
y otra
y otra vez.
Siempre aparecen,
como el monstruo de debajo de la cama:

cuando lo buscas.


miércoles, 2 de noviembre de 2016

.

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Me siento metamorfosis
y no sé si son alas esto que me crece
pero siento todos mis huesos retorcerse,
veo como mi piel no deja de escamarse
y tengo las uñas arrancadas de tanto despellejarme.
Se han disparado mis pulsaciones
siento el aire agotarse en mis pulmones
no sé cuando es que termina
esta pesadilla
llena de aguijones.

A veces creo
que tengo el alma podrida de tanto utilizarla;
y de repente me convierto en un bicho insignificante
y mi dolor se estanca.

A veces ya no sé si son hachas esto que me crece a las espaldas
me cuesta creer que algo que duela tanto merezca tanto la racha.

A veces no sé si tengo energías para continuar
convirtiéndome en algo
que no sé como será.

Me miro en todos los espejos y ya no me reconozco.

Me escondo entre todos estos versos
pero en ninguno me encuentro.

Ojalá que todo este ruido dentro de mi se acalle
y pueda
de una puta vez
agitar las alas.







martes, 25 de octubre de 2016

Vuelta a empezar.

Nunca sé por donde coger el puñal
unas veces me mata y las otras soy yo quien quiere matar.
Nunca sé donde acaba un precipicio
de tanto andar mirando hacia al abismo
he perdido los pasos que quedan para caer rendido.

Nunca he sabido diferenciar
de los que están
a los que no quieren estar
a veces solo se convierten en rostros lúcidos que andan de aquí para allá.

Nunca he sabido jugar al azar
y el azar
ha jugado conmigo
lanzando dardos
hacia mi destino
dejando secuelas en mi caminar.

Nunca he sabido mantener la calma
ni la calma mantenerme a mi
nunca he sabido mucho de paciencia
y a veces la quisiera aquí.

No consigo acertar ni a la de cinco,
porque nunca he aprendido
a empezar desde el principio,
siempre a medias
siempre al final
y luego repito.
 





jueves, 6 de octubre de 2016

Restos

Tengo un agujero en el pecho,
es una ventana hacia el abismo
me resulta imposible no mirar hacia dentro,
tengo aves rapaces en mi cabeza que yo no alimiento
hartándose de carne
y restos de la niña que fui.

miércoles, 31 de agosto de 2016

/a/


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                                                                            Ilustración de Albert Soloviev



Ya no soy la de antes
ni tampoco la de ahora
mi niña interior se ahorcó cuando descubrió que las personas mágicas no son más que trucos para imbéciles.
Pero es que hay trucos muy buenos.
Y también muchos imbéciles.
Y a ver como le explicas ahora
-después de muerta-
que existe una delgada linea entre creer y ser una puta ingenua.
Menudo lío.

jueves, 18 de agosto de 2016

365.

No te lo vas a creer.
Yo no lo hago.
Pero odio ir haciéndome la idea.
La costumbre nos ha ido besando los párpados
el vacío ya no es tan denso
y todo se está normalizando tanto
que a veces  siento el universo interponerse entre nosotros
y me siento a años luz de poder abrazarte.

Dudo de mi misma
y de mi capacidad para recordar porque es tal la necesidad de tenerte enfrente
que odio no poder ver con claridad todos y cada uno de los matices de tu cara.

Y pesa.
Pesan todas la cosas que ya no haremos juntos,
pesan todas las palabras que no nos dijimos
y también algunas que no deberíamos habernos dicho
pesa todo el cariño que no nos dimos,
pesan los días tristes
y todos y cada uno de los poemas que nunca te leí.

365 días en los que el mundo me ha dado la vuelta,
365 días que han marcado todo un camino,
todo mi camino.

365 días de metamorfosis
y aún estoy por desplegar las alas.

365 días de nostalgia,
sobretodo de nostalgia.

365 días de convicción
en los que sigo dudando de lo evidente.

365 días para recrear toda una vida.

Y de 365 días
no ha habido
ni un solo día
ni uno
que no pensase en ti.

Sigues en una parte de mi
me veo en ti cuando me miro al espejo
y reconozco con orgullo las cualidades que me inculcaste
y que sé que son tuyas.

Y suspiro.

-Te echo de menos-
Me digo.

Y estás aquí,
aunque yo a veces no pueda verlo.















lunes, 25 de julio de 2016

Día 1 sin ti.

Estoy segura de quererte el olvidar;
hoy no he mirado tus fotos
ni me he preguntado por ti
no te he imaginado con otras
ni tampoco feliz.

Qué bien se me da hacerme daño
y qué mal mentir.